El retrato presenta marco dorado moldurado con los ángulos rebajados con guirnalda y cartela en la zona inferior. El lienzo, sobre fondo murario con moldura decorativa, representa a José Benjumeda de tres cuartos, sedente y en posición angular. Viste pantalón con banda lateral dorada, casaca abierta con cuello y faldón plegado decorados con espigas y abotonadura dorada, puños rojos también con espigas doradas a juego con el chaleco y camisa blanca sobre la que pende la condecoración de la Orden de Carlos III y de Isabel la Católica. Los brazos reposan descansadamente sobre las piernas portando en su mano izquierda el bastón de mando y espadín o sable en el costado. La cabeza, girada al frente, muestra los rasgos de un hombre de edad avanzada, cabello cano ralo con pronunciada calvicie que dirige su incisiva y adusta mirada al espectador. La composición, siguiendo los rasgos del retrato oficial, se fundamenta en la suave posición diagonal del personaje reforzada por el foco de luz ligeramente lateral que genera contrastes lumínicos y le otorga volumen.