Está compuesto por banco, en cuyo centro se encuentra el Sagrario con forma de templo clásico. A ambos lados de la decoración se resaltan medallones de guirnaldas con grupo floral en el centro. Le sigue un único cuerpo central que se divide en dos pequeñas hornacinas que albergarían a las imágenes de la Virgen María y san Juan Evangelista, y en el centro estaría la talla de un Cristo crucificado que presenta tallada la forma de la cruz en el propio espacio. El cuerpo termina en un arcosolio que en su intradós se remarca con una especie de casetones floreados. El ornamento que recubre la zona está hecho a base de rocalla y tornapuntas. Encima de cada hornacina sobresalen el símbolo del Sol y de la Luna. Como remate del retablo se eleva un penacho con un escudo con cruz pintada en su centro. Existen una especie de pequeños aletones que enmarcan mucho más al cuerpo central, también decorado con ornamento vegetal.
