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NAVEGACIÓN
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Movable Heritage

IDENTIFICATION

Name: Facultad de Filosofía y Letras
Code: 01180870214
Characterization: Arquitectónica
Province: Granada
Municipality: Granada

DESCRIPTION

Typologies
Typologies Actividades Historics Periods Chronology Styles
Edificios docentes Enseñanza universitaria Edad Contemporánea 1971 Funcionalismo

Authors
Tipo Nombre Actuación Fecha
Arquitectos Prieto-Moreno Pardo, Francisco Autor del proyecto 1971

Description

A finales de los años sesenta del siglo XX, una de las necesidades más urgentes que tenía la Universidad de Granada era la creación de la nueva sede para la Facultad de Filosofía y Letras, provocada por el rápido y progresivo crecimiento del número de alumnos que solicitaban su estudio y que produjo que, durante un tiempo, parte del alumnado de esta facultad pasara del Palacio de las Columnas, donde se ubicaba la sede de entonces, al Hospital Real, sede provisional habilitada a tal efecto. Así, el primer edificio que se construyó en el nuevo Campus Universitario de Cartuja fue la sede de esta Facultad de Filosofía y Letras, proyectada, al igual que el Campus, por Francisco Prieto-Moreno Pardo. El nuevo edificio fue proyectado en 1971 y, tras unos años de obras, y algunos ajustes técnicos y pequeñas ampliaciones llevadas a cabo por Francisco Jiménez Robles, fue inaugurado en el curso 1976-77.

Antes de su ubicación en el Campus de Cartuja, se había planeado construir la Facultad de Filosofía y Letras en el polígono de Fuentenueva, junto a la Facultad de Derecho, por lo que un par de años antes, en 1969, Prieto-Moreno presentó un proyecto de facultad en esta zona. Una vez que la Universidad de Granada se hizo con los terrenos de Cartuja, se decidió que ambas facultades se trasladaran allí, estableciendo así un polígono universitario de Humanidades. Así, se llegó a construir un edificio como sede de la Facultad de Derecho junto al de Filosofía y Letras, pero la posterior negativa del propio claustro de Derecho a trasladar su sede a Cartuja hizo que este edificio quedara sin uso. Pronto se estableció como edificio auxiliar de la Facultad de Filosofía y Letras, llamándosele "Edificio B", mientras que el original se conocía como "Edificio A". Más tarde, debido a las necesidades de ubicar otra facultad, este edificio B se destinó a sede de la Facultad de Psicología.

Una vez que se decidió la ubicación de la facultad en el polígono de Cartuja, Prieto-Moreno presentó en 1970 un anteproyecto para el nuevo edificio, aunque ubicado en un solar distinto al que finalmente albergaría la facultad. Se pensaba construir en una parcela contigua a la actual Carretera de Alfacar, a la izquierda del Monasterio de la Cartuja, lo que hoy es la Facultad de Ciencias de la Educación. En este anteproyecto, el arquitecto ya desvelaba muchas de las características del edificio actual, pese a estar ubicado en otro lugar, y según él mismo reconocía, estaba inspirado en los proyectos que habían salido premiados en el concurso convocado para la construcción de nuevas facultades por la Universidad Autónoma de Madrid.

Finalmente, el nuevo edificio encontró su ubicación definitiva y el proyecto de Prieto-Moreno tuvo que sufrir algunas modificaciones en cuanto a superficies y distribución de espacios, pero permaneció la idea principal de organización en diferentes bloques independientes pero conectados entre sí por pabellones que albergaban usos comunes, como administración, biblioteca, decanato y aula magna.

El diseño estructural y la selección de materiales realizados por Francisco Prieto Moreno para la edificación de la Facultad de Filosofía y Letras son el reflejo de una corriente que, en aquel momento, ya se venía desarrollando en la planificación distintos campus universitarios a nivel nacional. Esta tendencia alterna amplias superficies acristaladas con el hormigón visto, protagonista indiscutible en la construcción, dejando ver las marcas del encofrado, generando pilares-parasol verticales en perpendicular con el plano de las fachadas y marcando el aspecto exterior en cada una de sus caras. De igual manera, este material aparece prácticamente desnudo en el interior, formando casetones en el techo y confiriendo una imagen sencilla y práctica.

El edificio final, de hormigón visto sobre pilotes con grandes superficies acristaladas, muestra una arquitectura sencilla en sus formas, mostrando tanto en el interior como en el exterior la verdadera cara y textura de la estructura que lo sustenta, sin ocultarla.

La planta, diseñada sobre pilotes para salvar las diferencias de nivel ocasionadas por su ubicación en la ladera de una colina, está compuesta por un gran pasillo central en cuyos laterales se distribuyen amplios módulos de aulas y departamentos. La planta principal del edificio, orientada según un eje maestro paralelo al plano de la ladera sobre la que se asienta el edificio, articula los cinco volúmenes de dos plantas perpendiculares a ella que albergan aulas y departamentos. Los dos bloques orientados más al oeste se levantan sobre pilares de hormigón, espacios que en un principio se iban a destinar a aparcamientos. Posteriormente, y debido al creciente número de alumnos y las necesidades de espacio que ello demandaba, estos espacios se convirtieron en nuevas aulas. Entre los volúmenes que se orientaban al este se plantaron jardines, una característica muy presente en el resto del edificio. Los espacios comunes que hacían de conexión entre estos bloques se situaron al norte y se destinaron a aula magna, auditorios, decanato, biblioteca y administración. Todo estaba cubierto con cubierta inclinada, aunque el peto de hormigón que corona las fachadas la oculta, dando una sensación de cubierta plana.

El espacio interior se desarrolla a partir de de un gran pasillo, caracterizado por su luminosidad y amplitud, donde confluyen los distintos módulos que componen el conjunto. Todo el interior, siempre en contacto visual y físico con pequeños jardines y patios entre volúmenes, sigue el modelo "brutalista", usando el material, en este caso el hormigón, como único elemento decorativo sobre superficies diáfanas, siendo un valioso ejemplo de «continuum» entre construcción y naturaleza. Tanto los pilares de hormigón como los forjados (formados por casetones reticulares vistos), así como las conducciones de instalaciones, mostraban el material desnudo al exterior, aunque algunas reformas recientes han enmascarado esta característica en algunos lugares.

Además, los pilares tienen doble misión, ya que, además de su cometido estructural, sirven como elemento estructurador en la composición de fachada de los bloques, ya que forma un plano que se antepone al cerramiento de vidrio, creando un parasol vertical. Son de sección rectangular y aparecen dispuestos con su dimensión mayor perpendicular al plano de fachada.

El acceso al recinto de la Facultad se produce a través de unas escalinatas dobles, de dos tramos cada una, que acceden a un patio principal en forma de U, que enmarca la fachada principal, albergando en el lateral derecho el volumen destinado a aula magna, también de ladrillo visto y de cubierta inclinada El pavimento de este espacio se realiza a base de ladrillo, con características y elementos de jardinería que recuerdan a los de la Alhambra, no en vano Prieto-Moreno era el arquitecto conservador del conjunto monumental.

Desde el primer momento de su construcción, un problema del que se era consciente fue la insuficiencia del espacio que se había proyectado, a pesar de lo cual el proyecto siguió adelante. Por ello, el proyecto original fue modificado puntualmente por Francisco Jiménez Robles antes de ser inaugurado. Este problema, unido a la excesiva lentitud de las obras de ejecución, provocó que la Facultad se inaugurara en el curso 1976-1977 sin poder usarse muchas de sus instalaciones.

Todo ello coincidió, entre otras cosas, con la puesta en marcha de un nuevo plan de estudios para la especialidad de Filosofía y Letras, en el que se dividía en tres ramas y aparecían nuevas secciones, por lo que nada más iniciar su andadura, el nuevo edificio de la Facultad de Filosofía y Letras se había quedado pequeño.

Otra polémica que rodeó la creación de esta nueva Facultad fue el proceso de traslado de los alumnos desde el centro de la ciudad, donde cursaban sus estudios en el Palacio de las Columnas hasta la colina de Cartuja, a las "afueras" de la capital. Se produjeron manifestaciones y protestas por parte de los alumnos puesto que el traslado se entendió como una maniobra para alejar a los alumnos de Filosofía y Letras de la sociedad.


Datos históricos

La sede de la Facultad de Filosofía y Letras se debe a un proyecto de Francisco Prieto Moreno, quien realiza este diseñó en 1971 para dar cabida al cada vez mayor número de estudiantes que concurrían en la Universidad de Granada desde la década de 1960. Su trazado incluye el acceso ajardinado frente a la fachada principal, así como los pequeños jardines ubicados entre módulos.

A partir de la década de 1980 el inmueble ha experimentado varias expansiones como la creación del Edificio B, las sucesivas ampliaciones de la biblioteca y, más recientemente, la realizada sobre el área de aparcamientos para acoger un nuevo módulo de despachos, aulas y salas de estudio.

El edificio de la Facultad de Filosofía y Letras forma parte del Plan de Ordenación del nuevo polígono universitario de Cartuja que Francisco Prieto-Moreno Pardo presentó en 1970. El terreno, situado en una suave ladera desde la carretera de Murcia a la de Alfacar, al nordeste de la capital, fue comprado por la Universidad de Granada a la Compañía de Jesús, y el plan afectaba no sólo a los terrenos comprados, sino también a los de los religiosos. La superficie de ordenación era de unos 555.000 metros cuadrados, de los que la Universidad disponía de 405.000 para la construcción de centros, jardines, viales, etc. El resto correspondía a la Compañía de Jesús y a edificios ya construidos.

Según el programa del Plan de Ordenación, se pensaba construir en la zona la Facultad de Filosofía y Letras, la Facultad de Derecho, el Instituto de Ciencias de la Educación, un Centro Residencial de Universidad Internacional y varios Colegios Mayores. El Plan pensaba construir para la Compañía de Jesús la Facultad de Teología, un Colegio Mayor y un edificio de carácter cultural, que aún no estaba definido en esos momentos. Igualmente, el Monasterio de la Cartuja quedaba exento, sin construcciones alrededor y rodeado de espacios verdes, proyectando en sus cercanías la zona deportiva.

Las comunicaciones de tráfico rodado entre los diferentes espacios del Campus estaban separadas de las zonas peatonales ajardinadas, en las que Prieto-Moreno puso especial atención, creando senderos y caminos que serpenteaban entre vegetación y que enlazaban peatonalmente unas facultades con otras.

En 1970 comenzó a urbanizarse toda la zona, realizándose el primer tramo del camino de acceso al Campus desde la carretera de Alfacar. Un año después, se acometió la instalación del resto de viales, alcantarillado, electricidad, etc.

La Facultad de Filosofía y Letras fue el primer centro docente que se construyó en el polígono universitario de Cartuja, iniciando su construcción en 1971. Tras varios años de obras, el edificio fue inaugurado en el curso 1976-77. Desde este momento, ha sido ampliado y reformado en parte su interior, debido a la creciente demanda de alumnado. En 1976 se construyeron nuevos seminarios, un aula para 300 alumnos y el almacén de la Biblioteca, y se colocaron unos paneles provisionales de madera y vidrio en los pasillos para reducir su dimensión.

A finales de los años ochenta, el problema de la falta de espacio aún seguía existiendo, por lo que el claustro de la Facultad decidió realizar otra intervención, decidiéndose convertir uno de los módulos de aparcamiento en un aulario. Este proyecto fue realizado en 1988 por Francisco Jiménez Robles. Posteriormente se han ido realizando intervenciones de menor entidad, como la ampliación con un nuevo bloque junto a la biblioteca existente por José Luis Segura Salazar en Junio de 1991, que luego fue reformado por José Antonio Llopis Solbes en 1994; la reforma de la cafetería y el nuevo comedor, por Miguel Ángel Ramírez Herrera en 1993; la remodelación del Aula Magna y la ampliación de la biblioteca, por Carlos Sánchez Gómez y Antonio Martín Ortiz en 1995.

DOCUMENTATION

Bibliographic Information

AA.VV.. Patrimonio artístico y monumental de las universidades Andaluzas. Sevilla . Consejería de Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía y Universidades Andaluzas. , 22/06/2010.

AA.VV.. Universidad y Ciudad. La Universidad en la historia y la cultura de Granada. Universidad de Granada , 1994. 84-338-1932-1.

Díez Jorge, María Elena. Construyendo Universidad. Granada . Universidad de Granada , 01/01/2002.

GALLEGO Y BURIN, Antonio. Granada : Guía artística e histórica de la ciudad. Comares , 1989. 84-85933-17-6.

ISAC MARTINEZ DE CARVAJAL, Angel. Granada en tus manos. La Ciudad Contemporánea. Corporación de Medios de Andalucía S.A. , 2006. 84-690-2285-7.

MARTÍN MARTÍN, Eduardo; TORICES ABARCA, Nicolás. Guía de Arquitectura de Granada. Junta de Andalucía. Consejería de Obras Públicas y Transportes , 1998. 84-8095-167-2.

Información documental

Universidad de Granada . Amparo García Iglesias; Mª Elena Díez Jorge; José Manuel Rodríguez Domingo; Concepción Mancebo Funes , Registro de Patrimonio Cultural de la Universidad de Granada , 2013 .

Archivo del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico . Alberto García Moreno; David Arredondo Garrido , Registro Andaluz de Arquitectura Contemporánea. Provincia de Granada. Facultad de Filosofía y Letras , 2007 .

Iniciativa Conjunta:

Observatorio Atalaya Junta de Andalucía (New window)

Coordinado por:


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