La obra presenta una calle estrecha y con una pequeña pendiente, flanqueada por casas blancas con ventanas de grandes rejas. Al fondo se divisan otras casas en medio de una frondosa vegetación. Por esta calle asciende una procesión compuesta en primer término por una figura que toca el tambor y la flauta, seguido por la comitiva que porta el estandarte y las varas, y las mujeres vestidas de flamenco. El centro de la pintura es el estandarte.