Mural compuesto por tres grandes bloques tallados en bajo relieve donde se representan labradores y labradoras realizando actividades agrícolas como recolección de frutos. Se acompañan de motivos como espigas, herramientas y animales como atributos.
La composición se organiza en tres planos diferentes. En el fondo las figuras se disponen en una predominante diagonal que converge hacia el ángulo superior derecho; en segundo plano se representan cinco figuras de cuerpo entero definidos por líneas curvas de diferentes ángulos, que contrarrestan la diagonal anterior; en primer plano se sitúan dos cabezas de bueyes y tres hombres de espaldas en ambos ángulos inferiores, a modo de sostén de toda la composición. A su vez, se combinan texturas rugosas y lisas, según el acabado.