Paisaje de montañas, de perfil irregular. Varios planos dividen la composición. En primer plano tres árboles que dejan paso a unas tierras escarpadas con montes. Entre ellos se encuentran casas blancas, más arboles y escasa vegetación. El cielo azul con algunas nubes blancas ocupa una pequeña parte de la obra como último plano. La factura es a través de manchas de color, con ausencia de la línea, de pincelada suelta. Predominan los diferentes tonos de marrón y verde, con ciertos toques puntuales de color blanco.