Se representa una mujer sentada sobre una roca, sosteniendo atributos de pintor, una paleta de pintura cuadrada en su mano izquierda, y unos pinceles con su mano derecha. Tras ella hay un caballete que sostiene un lienzo blanco cuadrado. A ambos lados hay dos rocas, en la izquierda hay un pincel, y tres botes de pintura, de color rojo, amarillo y azul. En la roca derecha se distingue una caja de madera abierta, donde hay una botella verde de cristal y algunos tubos de óleo más. En el siguiente plano se representan varias plantas y un sistema montañoso, de varios montículos siendo el central el más alto. En el fondo se representa el cielo en color verde uniforme. Un sol se representa en el centro por medio de círculos concéntricos de color rojo y amarillo. Las figuras se representan por medio de líneas paralelas onduladas de diversos colores intensos y llamtivos, creando la forma y el volumen. Alternan los colores verde, morado, azul, rojo, amarillo y naranja. En la base de la obra se agrupan las líneas en una franja horizontal que atraviesa la composición.