Pintura donde se representa un anciano sentado en una silla roja comiendo sobre una mesa, con un fuerte contrapicado que produce una perspectiva imposible. Sobre la mesa, con mantel blanco, aparecen varios alimentos como sandía, huevos, pan y vino. Junto a la silla, a la izquierda, figura un jarrón con flores y en la parte posterior derecha se intuye una pieza del mobiliario, posiblemente una cómoda con cajones. Pincelada poco empastada y muy arrastrada.