Se representa la figura de Salvador Dalí sujetando con su brazo izquierdo un objeto geométrico compuesto por cubos unidos en el centro, a modo de cruz, con un rostro en una de sus caras y algunas escaleras alrededor. El rostro del artista está realizado detalladamente, mientras que el cuerpo está abocetado mediante las líneas de la silueta. En el lado derecho aparece un cristo crucificado en un plano extremadamente picado. El fondo de la composición se divide en dos planos de color, blanco abajo y negro arriba, estando separados por escaleras y ramas.