Pintura que representa al retratado sentado de medio cuerpo, vestido con toga de color carmesí, con un libro en la mano, introduciendo un dedo marcando una página, ya que ha sido sorprendido leyendo en su despacho, el artista de esta manera introduce el elemento anecdótico y sorpresivo en la obra. El retratado lleva gafas y sobre su pecho una medalla distintiva dorada, tras él aparece una mesa con un crucifijo de tres clavos y el bonete.