Fotografía en blanco y negro que representa a dos niños negros en un interior ruinoso. Retrato de una comunidad de decenas de familias, unas 60, que ocuparon una fábrica abandonada en la ciudad brasileña de Salvador de Bahía en el 2003. Lo que en principio era un intento de zafarse de los peligros que acechan en las calles de las favelas se convirtió en una nueva sociedad con un fuerte sentido de la autoprotección.