Se trata de una representación de Cristo crucificado muerto, con la cabeza caída hacia su derecha; se encuentra fijado por tres clavos a una cruz plana. Sus formas anatómicas, alargadas y secas, recuerdan a las creaciones de Juan de Giralte -escultor de origen flamenco, próximo a la obra de Roque Balduque-, atribuyéndose al círculo de este escultor. El rostro, de honda emotividad, muestra las cuencas orbitales hundidas y la boca entreabierta. Su anatomía y el tratamiento del sudario muestran ciertas rigideces.