Lápida rectangular de gran sencillez. Realizada en mármol blanco, la inscripción identificativa del difunto se desarrolla en tres líneas: en las dos superiores, su nombre (en letras capitales); en la inferior, precedida por una cruz, la fecha de su deceso. Se trata de la lápida funeraria de D. Antonio Lecha-Marzo Martínez (1888-1919), eminente Catedrático en las Universidades de Granada y Sevilla de Medicina Legal y Toxicología, autor de destacadas publicaciones.