Representación de uno de los episodios de la Pasión de Cristo. Se trata del momento en el que dos sayones romanos se disponen a atarlo a una columna en la que será posteriormente azotado. La escena transcurre en el interior de una estancia, sumido en una gran penumbra, de la que destaca, por su posición central y por la mayor incidencia lumínica que recibe, el cuerpo de Cristo. Éste se encuentra de pie, con las manos a la espalda, y encorvado debido a que un viejo sayón le obliga a agachar la cabeza. Lleva este sayón la soga con la que atarán a Cristo. A la derecha de la composición, otro sayón, cuya figura se sume en la oscuridad, se agacha para ayudar en esta labor, describiendo su figura un acentuado escorzo. Se destaca el gran machete que éste lleva prendido al cinto. A sus pies, se dispone la túnica de Cristo, de la que ha sido despojado. El Salvador va desnudo, cubierto sólamente por un pequeño sudario. Estilísticamente, es un cuadro cercano a lienzos de este asunto realizados en Nápoles durante las primeras décadas del siglo XVII, entre otros, por Caravaggio y Ribera; se inscribe, por tanto, dentro del naturalismo tenebrista de raigambre italiana.