Escultura que representa un busto de San Antonio de Padua, captado según su iconografía tradicional, como un joven fraile vestido con el hábito marrón franciscano. Éste se encuentra estofado y se anuda con un cordón a la cintura. Tiene mutilado parte del brazo derecho. En el pecho, se abre un relicario de formato circular, dotado de un marco dorado conformado a base de sencillas ces". Debió contener, en origen, algún resto relacionado con este santo. Por sus características estilísticas y por el diseño de la cartela del relicario, debe encuadrarse esta imagen en la escultura barroca sevillana de comienzos del XVII. Los repintes a los que ha sido sometida, dificultan su estudio. Este busto-relicario, al igual que los otros nueve que se conservan en la Anunciación, formó parte, originariamente, de la antigua capilla de las reliquias de este templo, usada hoy día como sacristía. Su existencia testimonia el intenso culto profesado por los religiosos jesuitas a las reliquias de los santos, veneración impulsada por el fundador de la Compañía, San Ignacio de Loyola."