Pintura que representa una estancia interior con Santa Ana recostada en una cama con dosel y acompañada por dos sirvientas, que se disponen tras el lecho. Delante del mismo, un grupo de tres mujeres cubren a la Virgen, recién nacida. A la izquierda, otra sirvienta se apresta a calentar un paño con el que confortar a la pequeña. Se trata de una escena que copia literalmente el famoso grabado de Cornelis Cort fechado en 1568, sobre composición que se atribuye a Zuccaro, muy utilizado en la Sevilla de la época. El autor de esta pintura elimina a los angelillos que aparecen en el grabado, y añade el detalle anecdótico de un perro junto a la cama. Esta obra, al igual de las restantes del retablo de igual mano y cronología, muestra una clara influencia del manierismo nórdico, apreciable tanto en su dibujo seco como en la fisonomía de las figuras y el tratamiento de sus ropajes. Aunque ha sido vinculada por algunos investigadores a Francisco Pacheco, se considera actualmente obra anónima, próxima al estilo de Vasco Pereira.