Representación de la aparición del Arcángel Gabriel a la Virgen María para anunciarle la Encarnación de Jesús. La escena transcurre en un interior, disponiéndose la Virgen arrodillada, sobre un reclinatorio, a la izquierda de la composición. A la derecha, el arcángel se muestra igualmente arrodillado, portando una vara de azucenas en la mano izquierda. La milagrosa Encarnación es obra del Espíritu Santo, representado simbólicamente en la paloma que irrumpe en la parte superior izquierda. Para la composición de la escena, en lo esencial, sigue su autor el famoso grabado de Cornelis Cort sobre original de Tiziano, que copiaron otros pintores que trabajaron en Sevilla, como Vasco Pereira en su Anunciación de la parroquia de San Juan Bautista de Marchena. En cuanto al San Gabriel, transcribe fielmente la figura de este Arcángel presente en la estampa del mismo Cort sobre la Anunciación con los profetas de Zuccaro. Esta pintura, al igual de las restantes del retablo de igual mano y cronología, muestra una clara influencia del manierismo nórdico, apreciable en aspectos como su dibujo seco, los rostros de las figuras o el tratamiento de sus ropajes. Aunque ha sido vinculada por algunos investigadores a Francisco Pacheco, se considera actualmente obra anónima, próxima al estilo de Vasco Pereira.